Con una mezcla de nostalgia y cariño, el ex maquinista de 99 años se despidió de "La Emperatriz", la locomotora con la que compartió 60 años de su vida laboral. Durante décadas, sus manos firmes guiaron esta majestuosa máquina a través de innumerables paisajes y estaciones, dejando una huella imborrable en el corazón de quienes lo conocieron y de los muchos pasajeros que transportó.
"La Emperatriz" no solo fue una herramienta de trabajo, sino una compañera fiel que vio pasar los años, las estaciones y las historias de su maquinista. Hoy, con un nudo en la garganta y una sonrisa llena de recuerdos, nuestro querido ex maquinista se despide, agradecido por todos los momentos vividos y las memorias compartidas.
Esta emotiva despedida marca el fin de una era, pero el legado de su dedicación y pasión por el ferrocarril perdurará para siempre en las vías que recorrieron juntos. ¡Gracias por tanto, querido maquinista! Tu historia y la de "La Emperatriz" permanecerán siempre en nuestros corazones.
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